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Asher Brooks
Asher Brooks

La Guerra De Los Indios En Matagalpa...


Los aborígenes del actual Departamento de Matagalpa eran gobernados por un Cacique, residente en el asiento de la actual cabecera departamental junto a sus consejeros y capitanes de guerra, desde donde dominaba todos los territorios y las parcialidades de su sede: Molagüina y Solingalpa, primero y más tarde sobre la de Pacalagüina Las parcialidades de Naborios o Nabarios, llamada posteriormente de Laborío y Guanuca, de vecinos sumus y misquitos traídos de las montañas fueron fundadas por frailes y autoridades españolas a la mitad del siglo dieciocho Los súbditos vivían en ranchos, dispersos por las montañas, con la excepción del pueblo de Muy Muy, que contaba ya con un diseño urbanístico.




La Guerra de los Indios en Matagalpa...



Entonces fue cuando elaboraron el plan de la defensa nacional y la derrota del filibustero junto a los vendepatria que los habían traído, pero fue este Ejército del Septentrión, formado por mestizos, campesinos e indios del Norte de Nicaragua, que encabezó la derrota del yankee, ya que no sólo combatieron en la Hacienda San Jacinto, sino en Masaya, Granada y Rivas, donde también estuvieron los indios flecheros de Matagalpa.


Los indios matagalpas fueron muy aguerridos y en 1845, unos 400 arqueros combatieron en la defensa y en pro de liberar la ciudad de León de la ocupación de las fuerzas salvadoreñas y hondureñas al mando del general salvadoreño Francisco Malespín, pero por el maltrato que recibieron de parte del gobierno democrático de José León Sandoval se unieron a los granadinos.


Años más tarde, los gobiernos conservadores que gobernaron el país por más de 30 años se olvidaron de la participación de los indígenas en la guerra contra Walker y comenzó la persecución y expropiación de las tierras indígenas para la expansión cafetalera. Esto provocó dos levantamientos indígenas en 1881, uno contra el prefecto de apellido Cuadra del gobierno conservador presidido por Joaquín Zavala, el 30 de marzo, y el segundo en agosto del mismo año, donde participaron unos dos mil indígenas que fueron masacrados, 400 de ellos por las fuerzas conservadoras.


En el presente artículo analizare los movimientos campesinos e indígenas de los municipios de Wiwili y Bocay en los últimos 40 años, las fuentes fueron obtenidas a través de cinco años de intenso estudio arqueológico, histórico, lingüístico, antropológico y sociológico en el departamento de Jinotega. Se trabajó con documentación histórica de los municipios en mención, se implementaron los métodos y técnicas etnográficas y etnológicas para el registro de testimonios de líderes comunitarios que formaron parte de la contrarrevolución y el Ejército Popular Sandinista (1981 1990). El énfasis esta puesto en los cambios históricos y estratégicos que vienen sufriendo los campesinos e indígenas desde los años de la guerra de1980, su transformación en la lucha por el acceso a la tierra en la década de 1990, hasta la creación de las regiones especiales llamadas Wangki Wihta Bukawas ubicados en el área núcleo de la Reserva de la Biosfera de Bosawas y compuesta por tres territorios miskitus como son: Miskitu Kipla Sait Tasbaika, Miskitu Indian Tasbaika Kum y Miskitu Lilamni Tasbaika Kum y un territorio Mayangna Sauni Bu, todos conocidos como Gobierno Territorial Indígena (GTI) restituido por el actual gobierno sandinista en el año 2008. En el departamento encontramos una dinámica multicultural poca estudiada por los antropólogos nicaragüenses, particularmente en los municipios de Wiwili y Bocay regiones severamente afectada y devastada por los intensos combates que se desarrollaron en dicho territorio, desde la gesta libertaria de Augusto C. Sandino hasta la guerra de 1980 y durante la posguerra.


Bajo ese camino de gran compromiso político e intelectual, Jeffrey Gould nos presenta su libro Desencuentros y desafíos: ensayos sobre la historia contemporánea centroamericana, en el cual realiza un recorrido por algunos de los acontecimientos históricos más relevantes y polémicos de finales del siglo XIX y el siglo xx centroamericano, que toma en cuenta una gran variedad de temáticas que van desde los enfoques culturalistas de los problemas del mestizaje, hasta temas más políticos y sociales, como la represión durante las guerras en Centroamé-rica durante la década de 1980.


A partir de la historia de vida particular que mueve a Gould para estudiar historia de Centroamérica y bajo un compromiso político desde el pensamiento crítico y comprometido con los sectores subalternos, podemos analizar una serie de seis artículos que el autor reúne para este libro. El primero, titulado "Los indios de Matagalpa y el mito de la Nicaragua mestiza, 1880-1925", plantea la problemática de los mecanismos de dominación que ciertos grupos de poder, muy diversos, emplearon para poder constituir una identidad nicaragüense definida, por donde, a través del discurso ideológico y utilizando mecanismos de violencia simbólica, estos construyeron la idea de una Nicaragua mestiza, al mismo tiempo que lograban que las agrupaciones indígenas aceptaran su renuncia a mantener sus costumbres, tradiciones y prácticas cotidianas propias. De manera tal que surge el fenómeno del ladino, en medio de estas complejas relaciones sociales conflictivas, contradictorias y problemáticas, las cuales por momentos de tensión se tornaban violentas, o en coyunturas mantenían pasividades colectivas. Así es como en medio de una población mayoritariamente indígena, los esfuerzos institucionales hacían todo tipo de intentos por invisibilizar a aquella población, con el fin de que los "valores occidentales" de blanquitud, laboriosidad, higiene y progreso se impusieran sobre los imaginarios de aquella nación.


La cuestión central es analizar la manera en que la organización y lucha armada se llevó a cabo con campesinos empobrecidos en el contexto económico y cultural, los cuales no necesariamente tenían formación política en marxismo, leninismo, maoísmo, o guerra de guerrillas ni mucho menos. Lo que los motivaba a la lucha armada eran las condiciones objetivas, es decir, el interés por defenderse de la represión del Estado a través del Ejército y los criminales escuadrones de la muerte, cuestión que Gould recalca de acuerdo con los testimonios recopilados (2016, p. 102). Este fenómeno acerca de cómo los sectores subalternos entraron en la lucha armada guerrillera sin tener una formación política clara, sólida, contundente, se puede observar en otras naciones, donde la guerrilla se convirtió en un espacio de defensa personal, de búsqueda de satisfacción de necesidades, como la educación básica, la salud y la tierra.


Asociado con el tema de la guerra civil en El Salvador, el autor se adentra en un estudio sobre la figura de Ignacio Ellacuría, para analizar su pensamiento político y su práctica política durante las décadas de 1970 y 1980. En ese sentido, el artículo busca visualizar la capacidad organizativa que los teólogos de la liberación pudieron llevar a cabo en las regiones más marginales de El Salvador, en la capacidad de poder entablar alianzas con los movimientos políticos de izquierda y sus brazos armados. Así es como plantea la problemática de los encuentros y desencuentros que en los movimientos sociales y populares se desarrollaron en la lucha contra la represión del Estado.


A lo largo del siglo XX y durante los años ya transcurridos del siglo XXI, la población Indígena llegó a ser una minoría, llegando únicamente al 10% del total de la población. Cuáles fueron las causas de este decremento? Dos factores influyeron principalmente. Primero, fueron las enfermedades y la guerra que trajeron los españoles invasores, provocando con ello la muerte de millares de Indígenas en tiempos de la colonia. Así mismo, la eliminación física y cultural de toda población que se resistía frente al despojo de tierras comunales, además del sistema de propiedad propio de los Pueblos Indígenas que se implementó en periodos históricos concretos, contribuyeron a la desaparición.


Pero, para comprender mejor la relevancia de esta batalla, es necesario enmarcarla en la Guerra Nacional de Nicaragua --también denominada Guerra Antifilibustera-- que ocurrió entre los años 1856 y 1857. Dos años antes de su inicio, en 1854, estalló una guerra civil entre las facciones democrática (liberal) y legitimista (conservadora).


Unos días más tarde, el 11 de septiembre llegó de nuevo desde Matagalpa una compañía de 60 indios armados con flechas, al mando del capitán Francisco Sacasa, unos refuerzos que había solicitado el Coronel Estrada. En la mañana del 12, lo jefes de ambas partes --Tomás Martínez con el partido Legitimista y Máximo Jerez Tellería con el partido Democrático-- se habían reunido para expulsar de Nicaragua a Walker.


A partir de este memorable combate, los indios armados fueron declarados 'héroes nacionales de Nicaragua', un título que les ha llevado a permanecer en forma de monumento memorial en la entrada de la hacienda San Jacinto donde se llevó a cabo la acción. En la actualidad, ese lugar es un sitio histórico para el país, ya que el 14 de septiembre de 1956, un centenario después, el General Anastasio Somoza García organizó las celebraciones de la batalla. 350c69d7ab


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